APDH celebra Resolución de las Naciones Unidas referida al marco jurídico para reestructurar la deuda pública

La Asamblea Permanente por los derechos Humanos (APDH) celebra la Resolución aprobada por  la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),  por la que dispone iniciar el proceso destinado a crear un nuevo marco legal en el tratamiento de las reestructuraciones de las deudas de los países soberanos.

La APDH considera que esta decisión constituye un hecho histórico, que tiene como su más reciente antecedente la propuesta formulada por el bloque de los países emergentes reunidos en el Grupo 77 + China, con el propósito de impulsar una acción destinada a poner fin a la especulación de los fondos de capitales de tipo usurario que pretenden seguir depredando impunemente a las frágiles y condicionadas economías de los países empobrecidos y dependientes, víctimas predilectas de las inescrupulosas maniobras y artilugios dudosamente legales del capital financiero.

Los países reunidos en esta sesión especial de la Asamblea General, el más amplio y democrático estamento institucional de las Naciones Unidas, han demostrado un rasgo soberano de autodeterminación con respecto a los centros económicos y políticos de poder mundial. La votación con 124 votos a favor, 41 abstenciones y  sólo 11 votos en contra -EEUU y varios de sus aliados tradicionales- se concretó luego de que el presidente del G77, el representante boliviano Sacha Llorenti Soliz, presentara la moción y señalara: "…es prioridad crear un marco jurídico, con miras a aumentar la eficiencia, la estabilidad y previsibilidad del sistema financiero internacional, y el logro de un crecimiento equitativo e inclusivo".

Hasta ahora el tema de la deuda externa había sido tradicionalmente abordado por  organismos especializados de la organización mundial, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, cuya conformación no es igualitaria, sino que está determinada por los diferentes aportes de capital acreditados por  los gobiernos de los países que los componen, con las conocidas consecuencias lesivas para el crecimiento y bienestar de los pueblos de los países en vías de desarrollo.

La decisión de considerar la temática de la deuda externa en la Asamblea General, ha tenido como fundamento inicial, la urgente necesidad de poner un freno al accionar de los fondos “buitres”, así llamados con certeza por sus deleznables maniobras para la apropiación de desvalorizados bonos de deuda en situación de default en países atravesados por crisis económicas profundas o “terminales”, para después intentar, a través de sofisticadas argucias pretendidamente legales, intentar su cobro por su valor nominal actualizado con intereses usurarios, contrariando principios y procedimientos universalmente aceptados y, en el caso actual, a través de un absurdo fallo de un juez municipal de Nueva York, que se ha excedido notoriamente en sus facultades y no ha medido las deletéreas consecuencias de su infundado e irresponsable proceder.  

Corresponde destacar que no es ésta la única razón que motiva este trascendente pronunciamiento de las Naciones Unidas, que en lo inmediatico da respuesta al vigoroso reclamo de los pueblos del mundo que se ven afectados por presuntas maniobras dolosas, porque además, lo impone la necesidad de establecer normas que orienten la asignación del crédito internacional a los efectos de prevenir eventuales crisis que afecten el bienestar de los pueblos y, finalmente posibilitar reestructuraciones de deuda racionales, compatibles con el desarrollo económico y el progreso social.    

Por último, la APDH valora el rol fundamental de los países hermanos de nuestra América Latina en el avance de esta resolución, Brasil, Chile, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Uruguay, Cuba, entre otros,  respaldaron de manera enfática a la Argentina. De igual modo se  han expresado los integrantes del Grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que también defendieron fuertemente la propuesta. Asimismo, ha manifestado su acuerdo la UNCTAD, otra importante agencia de las Naciones Unidas.

Como conclusión final, la APDH reitera su compromiso de lucha en  favor de la defensa y promoción de los Derechos Humanos entendidos en su integridad y ratifica su decidido apoyo a las políticas dirigidas a profundizar los procesos de integración regional emprendidos por la UNASUR, el MERCOSUR y la CELAC y en todas las decisiones impulsadas por la Argentina, que reafirmen la plena vigencia de los Tratados internacionales de Derechos Humanos.

Mesa Directiva

Buenos Aires, 15 de septiembre de 2014