La Ciudad Autónoma de Buenos Aires en colapso sanitario

CABA

En estos días vimos un aumento exponencial de las curvas de casos de COVID-19 en el país y la región.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires encabeza las estadísticas relativas al aumento de casos de las últimas semanas y se encuentra catalogada como zona de alto riesgo epidemiológico, según los parámetros elaborados por el Ministerio de Salud de Nación.

En los seis informes elaborados por la APDH Regional CABA del ASPO al DISPO, planteamos muchas  reflexiones e inquietudes, las cuales, como dijimos entonces, esperábamos fuesen equívocas o quedasen superadas por el cambio de rumbo de las políticas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En dichos informes, sostuvimos, en base a informaciones provenientes de la experiencia europea, que si las medidas no mitigaban el agravamiento de la situación sanitaria, ésta tendería a agravarse y subiría la curva de casos de COVID siendo el mejoramiento de la situación solo una expresión de buena voluntad.

En el mes de Agosto comenzó en nuestra querida ciudad una apertura indiscriminada de actividades,  flexibilizaciones en gimnasios, en los espacios públicos, bares y centros de esparcimientos nocturnos, cines, teatros, hotelería, casinos, gastronomía y por último la apertura de los albergues transitorios. Sin embargo, no se consideró la apertura y la atención presencial en la justicia porteña, en la que los plazos siguieron suspendidos desde el 16 de marzo de 2020 al 1 de febrero de 2021, pudiéndose solo y únicamente rehabilitarlos para los expedientes que estuviesen digitalizados. Resulta insostenible un año de parate judicial y que en el siglo 21 aún existan expedientes sin digitalizar, aun  contando con un presupuesto de los más altos de América Latina en esta área.

A esta apertura indiscriminada se sumó la discusión de la presencialidad escolar a fin de año quienes terminaban su escolaridad, en los distintos niveles educativos, tuvieron la posibilidad de verse recreativamente luego de un año de estar cursando de manera virtual. Esto generó y puso en discusión el comienzo del ciclo lectivo 2021.

Como no había sucedido antes, comenzaron las clases presenciales a mediados de febrero, los establecimientos públicos y privados abrieron sus aulas con protocolos que resultan de imposible cumplimiento en muchas escuelas. La idea central fue impulsada por la Ministra Acuña y el jefe de gobierno que junto a gobernadores llevaron adelante esta iniciativa.

Pese a lo que indican las autoridades, las escuelas son espacios de contagios y transmisión del  COVID 19. Han muerto docentes y auxiliares y les niñes hasta ahora – antes preservados por el aislamiento- comienzan a estar enfermos, lo que se ve agravado con el advenimiento y el estadio de nuevas cepas que afectan a les niñes ya no como portadores pasivos sino con cuadros respiratorios que llegan a graves.   

https://www.buenosaires.gob.ar/coronavirus/noticias/actualizacion-de-los-casos-de-coronavirus-en-la-ciudad-buenos-aires.

Nos preocupa sustancialmente la falta de insumos en los hospitales pediátricos, les niñes en esta segunda ola están incluso sobreexpuestos al virus con las nuevas cepas.

Mientras tanto, parece que “pasan cosas”, al Gobierno de la Ciudad, la situación se le está yendo de las manos. Quien de forma inentendible y tozuda avala posiciones radicalizadas, desinforma sobre el plan de vacunación, no garantiza testeos de manera correcta, no accedió nunca a una mesa de diálogo que vienen reclamando sindicatos y trabajadores de la salud para poder garantizar transparencia y organización y poder sostener las demandas de lxs dichos trabajadores. Pareciéndose a un Bolsonaro pero a la criolla.

La campaña de vacunación en la ciudad –pese a la provisión regular de vacunas por parte del Gobierno Nacional- está retrasada y hemos sido testigos de la mala organización y el desvío de dosis a pre pagas y obras sociales, lo que demora la vacunación de las personas adultas mayores. Muchos y distintos referentes porteños –de la coalición que gobierna la ciudad- han pasado de sostener que las vacunas eran un veneno a la necesidad imperiosa de vacunar a todes, en la práctica, al menos en la Ciudad de Buenos Aires eso no pasa.

En la provincia de Buenos Aires, de los 136 municipios existentes, 40 de ellos están en FASE 3, 79 de ellos en fase 4 y los 16 municipios restantes están en FASE 5, estos números demuestran, que pese al crecimiento de la curva, en el conurbano bonaerense la campaña de vacunación es exitosa y morigera haciendo disminuir significativamente la circulación del virus. En la Ciudad de Buenos Aires, la tasa de circulación de virus es exponencial, en todos los barrios.

La vacunación en la CABA se destacó por el hacinamiento en los centros de vacunación de personas adultas mayores, dando cuenta de la deficiente y poco seria campaña de vacunación, recién el viernes pasado se terminó de vacunar en su mayoría con primera dosis a los mayores de 80 años, ahora están llamado a vacunar a las personas entre los 79 y 70 años habilitando solo unos pocos vacunatorios del extenso listado que el gobierno dice tener. Haciendo trasladar a innecesariamente a las personas adultas mayores de un extremo a otro de la ciudad.

En paralelo y dado al insistente reclamo gremial de los docentes se había empezado a vacunar a les docentes todes, sin embargo a los 6 días de iniciado el operativo se dejó de hacer y cientos de docentes han quedado nuevamente desprotegidos.

Después de dos meses de negarse y ante la compleja situación epidemiológica, el gobierno de Rodríguez Larreta tuvo que acceder a que el PAMI colabore con la vacunación en la CABA.

En este contexto de la suba de la curva de contagios que nos deja con cifras parecidas al año pasado a esta fecha -lo que es muy grave- el Gobierno Nacional llamó a los mandatarios provinciales para iniciar el diálogo y abordar medidas, el Gobierno de la Ciudad rompió el diálogo institucional, el Jefe de Gobierno decidió escuchar a los referentes de su partido, dejando de lado, una vez más, en el abandono a quienes habitamos la Ciudad de Buenos Aires.

Rodriguez Larreta no entiende que nadie se salva solx, ya ni las recomendaciones pastorales del papa Francisco lo conmueven, quien pide abandonar las armas y las especulaciones y hermanados comenzar a repartir vacunas y disminuir la tasa de mortalidad del virus COVID 19.

Queda cada vez más claro que en cuanto al virus hay dos posiciones adoptadas, el activar dispositivos, mecanismos sanitarios como las restricciones para salvar la mayor cantidad de vidas posibles o el bolsonarismo criollo del Gobierno de la Ciudad que consiste en tomar la menor cantidad de medidas restrictivas posibles que puedan perjudicar intereses económicos corporativos en la CABA, aún bajo el costo de vidas humanas.

Las medidas anunciadas por Larreta 8 de abril de 2021, no van en consonancia con la situación crítica que atraviesa la CABA, son un recorte de la propuesta del Gobierno Nacional, controvierte horarios de cierre y de circulación y aún peor en esta situación epidemiológica, siendo la jurisdicción más rica del país, no ha instrumentado medidas de carácter paliativo para los más afectados de la pandemia.

Los porteños y porteñas sufrimos a diario un gobierno que no entiende que el AMBA debe tener una sola estrategia de implementación de política sanitaria para salir de este panorama en la región. Nadie se salva solx. La vulneración de derechos humanos básicos en la ciudad es una constante para un amplio sector de la población. Las políticas se concentran en beneficiar grandes negocios inmobiliarios mientras el sistema de salud está en permanente abandono: la falta de insumos, el no reconocimiento a los enfermeros, la muerte de cientos de personas que conformaban parte del personal de salud, así lo demuestra. La violencia institucional sucede, en CABA, como práctica sistemática. Hoy el desafío es hacer una reflexión colectiva para marcar la agenda del gobierno de la ciudad y no al revés.

Porque tal como decía José Martí: “Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no se mendigan”. #LarretaHaceteCargo.