En diciembre de 1975, en la Argentina, en un contexto social y político de crecientes amenazas a la vida, la dignidad y libertad que afectaba a miles y miles de ciudadanos y ciudadanas, un grupo de hombres y mujeres provenientes de distintos espacios, prácticas y pertenencias políticas, sociales y religiosas, constituyeron “La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH)”, cuando ya por entonces, la violencia de grupos paraestatales, comenzaba su obra criminal, persiguiendo, secuestrando y asesinando a decenas de dirigentes y militantes populares.